
Seguro que alguna vez has oído hablar de que hay talleres que ofrecen una revisión pre ITV a los conductores que deban pasar próximamente la inspección técnica del vehículo. De hecho, pasar la revisión previa a la ITV es la mejor manera de asegurarnos de que nuestro coche está en perfecto estado y no sufre defectos graves que nos impedirán pasar la ITV.
Qué es la revisión pre ITV
Las revisiones pre ITV sirven precisamente para comprobar los elementos que suelen analizarse en la ITV, de forma que el conductor llega a su cita en la estación de la ITV con la tranquilidad de que no habrá ningún defecto en su vehículo y de que pasará la ITV sin problemas.
Tanto los mecánicos de los talleres como los del concesionario en los que compraste tu coche, suelen recomendar que los vehículos pasen dos revisiones al año, o como mínimo una, sin contar con las revisiones obligatorias al alcanzar cierto número de kilómetros, para cambiar el aceite, etc. Por eso mismo, es interesante que la revisión coincida con los días previos a la cita con la ITV, para asegurarnos de que todo está perfecto y corregir los posibles problemas que haya ahora que todavía tenemos margen para solucionarlos.
Cuestiones como el sistema de frenos, las luces, los neumáticos o las emisiones de gases son los defectos más habituales en la inspección técnica del vehículo. Por eso mismo, conviene revisar a consciencia su estado antes de pasar la ITV. Si el fallo es muy evidente, como una luz fundida, tú mismo te darás cuenta de ello y lo subsanarás antes de ir a la inspección; pero hay otros fallos más difíciles de encontrar que te pueden arruinar la inspección. Por eso, y por seguridad, conviene pasar la revisión pre ITV.
Qué se mira en la revisión pre ITV
Básicamente, en la revisión pre ITV el mecánico se fijará en los mismos aspectos que analizará el operario de la estación de la ITV. Empezaremos por los datos del coche, y luego pasará a retrovisores, visibilidad, lunas, placa de matrícula, estado de la carrocería y los bajos, puertas y ventanillas, los mecanismos de cierre del vehículo o los cinturones de seguridad.
También se inspeccionan los circuitos de señalización y alumbrado del vehículo (luces de cruce, de freno, largas, marcha atrás, intermitentes), la eficacia y equilibrio del sistema de frenos, la dirección para evitar amplitudes, la suspensión y ejes del vehículo y el motor. Según sea diésel o gasolina pasará unas pruebas u otras, pero siempre se analizará que las emisiones de monóxido de carbono estén dentro de los límites permitidos según el combustible y edad del coche, los niveles de ruido del motor, etc.
Existen unos kit pre ITV que incluye varios aditivos para añadirlos al depósito de combustible. Con ellos se evitan fugas de gasóleo o gasolina, además de fugas de dióxido de carbono que pueden impedir que el coche supere la prueba de gases de la ITV. Son productos que ayudan a limpiar los inyectores del vehículo y que mejora el rendimiento del motor, su conservación o que nos ayudan a reducir el consumo.